Pasaron muchos años desde aquel ingreso tímido a Radio Nacional, en la espalda los vacíos de la gente que no te creía, de los que no se imaginaban y de aquellos que estaban convencidos en que había “perdido el tiempo” en estudiar Comunicación Social. Con la mejor ropa, que seguro era regalada, por aquellos años, pasé unos meses a ser telefonista de la radio, luego en el horario de la tarde me ocupaba de los cables internacionales, el tiempo pasaba y me asignaron los cables nacionales… todo gracias a mi amiga Lorena Guerra que habló para que pudiese conocer como se trabaja en radio y empezar a hacer mis primeras armas.
En casa ni se escuchaba radio, imaginate si íbamos a tener conocidos como para intentar ingresar a un medio. Mi madre seguía cociendo en su máquina todas las tardes, como lo hizo en esos años para pagar la cuota del Instituto y los pasajes. Pasado unos meses y con la ayuda de grandes amigos como Alberto Alvarez, Yony Ance, Mario Ance y Viviana Vargiu, me dieron el empujón necesario para seguir creciendo.
Atrás dejo a esas personas que te hacían la vida más difícil, descubro en esos recuerdos que salí a hacer una nota porque faltó la periodista ese día, y cuando me llamaron a mi teléfono audiobox que llevaba en la cintura, le hice la entrevista al gobernador de esa época, sola, sin titubear, pero por dentro que me desarmaba de los nervios… fue tan lindo esa adrenalina, que se vió parece y gustó, ya que cuando regresé a la radio, me dijeron: “vos no volvés al estudio, de ahora en más sos movilera”… y así fue.
En este mundo de los periodistas, conoces mucha gente, te acostumbras a vivir en diferentes lugares, sin perder la esencia, sinó te dejas llevar por historias que solo te hacen creer lo que no sos. Soy una convencida que la primera etapa del periodista es ser, llegar, después cuando empiezan a reconocerte, por lo que haces o por donde estás, es donde debes ser más fuerte… porque la corriente te lleva a que creas que sos mejor que otra persona, modestamente, pero te hace daño, porque dejas de crecer para mirarte y contemplarte.
También está la etapa en donde queres estar en todos lados, es ahí cuando queres demostrar sin que te lo pidan, sacando la parte económica, que es malformadora de muchas cosas y que no voy a opinar de los colegas que trabajan en varios medios a la vez, porque cada uno tendrá sus motivos, la cachetada de la precarización, es un guante que nadie levanta.
Hay momentos en que es hermosos que te hayan pasado varias o muchas cosas, asi te sientas y lo ves desde otro punto de vista, más calmo, pero no sin ser combativo ante los derechos. Pero es lindo poder ver como se generan los jóvenes en este mundo y como se acomodan para crecer, porque todos tenemos derecho a surgir, a ser, a proyectarnos.
Creo que cuando comprendes que es lo que viniste a hacer, sin dañar a los demás, cuando entiendes que todos podemos vivir en este mundo y de lo mismo, y cuando razones en tu mente que sí lo puedes hacer, primero creyendo en vos aunque los demás te digan lo contrario, es ahí cuando decidiste disfrutar de lo que sos y de los demás. Eso me pasa, tal vez sea solo un sentimiento, pero hoy siento que estoy haciendo lo que siempre quise, como lo quise y sin perjudicar a nadie, y eso me hace feliz.
Brindo por los 20 años en esta profesión, por los colegas que siempre están, por mis hijos, mi familia y porque vengan muchos años más con prosperidad y salud! Gracias, por dejarme ser!.
