El ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, junto a su equipo de trabajo, visitaron a la familia Sequeira de la localidad de Tafí Viejo para realizar la entrega de una silla postural fabricada por estudiantes de 7° año de la Escuela Técnica N°1 Rafael Marino en el marco de sus prácticas profesionalizantes.
El intendente, Javier Noguera y los alumnos Mauricio Arias y Mauro Kacharosky, quienes construyeron la silla acompañaron, esta iniciativa. Este producto será utilizado por Milagros Johana Celina Robles, alumna de la Escuela ALPI que sufre un retraso mental moderado, cuadruplegía hestástica y parálisis cerebral infantil.
El proyecto se concretó gracias al trabajo conjunto de Educación, el Municipio, los alumnos y aportes de la comunidad de Tafí Viejo. Para el desarrollo se recibieron las donaciones de Sergio Seifer, dueño de la Metalúrgica Seifer; Edgardo Fortini, de tornería Fortini; y María Angélica Dettoni de Bolea y Osvaldo Bolea de la Clínica SAMA que aportaron dinero para costear el flete de la madera traída de Buenos Aires. Asimismo, el docente a cargo de dichas prácticas en la institución educativa, Fabián Serrano.
En este sentido, el titular de la cartera de Educación, destacó: “La Educación tiene que transformar la vida de la gente y hoy ha transformado la vida de Mili. Los chicos de la escuela técnica han hecho la silla como ya habían hecho muchas cosas antes pero esta es muy especial porque a ella le cambia la vida. Cosas simples, que le cambian la vida a la gente, somos la gobernación Manzur que cuidamos a los tucumanos y estamos a la par”.
Por su parte, Lorena, mamá de Milagros, se mostró feliz y “Agradecida a la Escuela Técnica de que tengan en cuenta a mi hija y que pueda disfrutar del regalo. Mi hijo es egresado de ahí y es una excelente escuela, espero que sigan haciendo cosas por los niños porque los niños especiales necesitan mucha atención de nuestros gobernantes, ahora lo va a estrenar a full porque ella usa todo”. Sobre la visita del ministro de Educación, Lorena declaró: “Ha sido un orgullo porque no lo conocía, veo que se preocupa mucho por la educación de los niños y espero que sigan así”.
Finalmente, tomó la palabra Mauro Kacharosky, quien contó cómo llegó el proyecto de construcción de sillas posturales como opción para sus 200 horas de prácticas profesionalizantes: “Tenemos este proyecto gracias al profesor Serrano. No sabíamos muy bien qué íbamos a hacer con ellas, después nos dieron la noticia de que podíamos donarlas para personas que lo necesitaran y nos hemos puesto manos a la obra y hemos hecho muchas sillas. Hemos empezado a donar y esta sería la tercera” y cerró “Es una satisfacción muy grande, un logro entregar algo hecho por nuestras manos y que lo puedan utilizar para su bien. Hemos puesto todas las ganas para que salga lo mejor posible la silla y no tenga ningún fallo”.
