Según Economía, llegó el momento para que el FMI hable del costo de la guerra

0
148

Los enviados de Economía a Washington para negociar la aprobación final del período 2022 del acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI, saben que el aval al cumplimiento de las metas pactadas para el ejercicio pasado está asegurado; y que durante la primera quincena de marzo el Board del organismo podrá el tilde azulSin embargo, los enviados de Sergio Massa, también saben cuál será el principal cuestionamiento que rápidamente deberán analizar con sus interlocutores del organismo: la número dos del FMI Gita Gopinath, el director interino para el Hemisferio Occidental Nigel Chalk y el responsable del caso argentino Luis Cubeddu les pedirán precisiones a los argentinos sobre cuál es la estrategia para lograr la meta 2023 de acumular reservas por aproximadamente u$s9.000 millones. Será entonces el momento en el que los tres viajeros presentarán la tesis oficial sobre porqué se perdieron tantos dólares en el 2022, y porqué el FMI debe atender el problema.

Para Economía, el costo para el país de la invasión de Rusia a Ucrania, fue de u$s5.200 millones; generados por el alza del precio internacional del gas y el aumento del valor de los fertilizantes. Ese es el número calcularon y que se le presentará al Fondo oficialmente; y sobre el que se le pedirá a los negociadores discutir la evolución de las reservas durante el 2023. Incluyendo la responsabilidad que le cabe al organismo para atender las necesidades financieras del 2023. Saben Rubinstein, Madcur y Rigo, que para el FMI el costo fue sensiblemente menor y que navegaría los u$s3.000 millones. O menos. La hipótesis de máxima de Economía, es que el FMI reconozca el costo y el dinero, y establezca un plan de ayuda directa a través del giro de divisas a través los DEG; que podrían ser girados en todo o parte, en 2023 y los subsiguientes. O, aun de manera más optimista, la posibilidad de recibir algún tipo de waiver ante el nivel de reservas a acumular este año según el acuerdo firmado el 25 de marzo del 2022 y que para este 2023 impone no menos de u$s5.200 millones. Lo que debería llevar las reservas del Banco Central por arriba de los u$s9.000 millones.

Antecedentes

El último contacto entre los funcionarios argentinos y los técnicos del FMI donde se discutió el tema fue en noviembre del 2022, cuando las partes (vía Zoom) coincidieron en que es una cuestión fundamental para el futuro del acuerdo, no se pusieron de acuerdo sobre el monto final del costo; y decidieron que sería uno de los primeros temas a poner sobre la mesa de discusión una vez que las metas del año pasado se hayan verificado como cumplidas, y cuando la vigencia de los objetivos del 2023 sea el capítulo central. El Fondo le dejaba en ese momento en claro a los hombres y mujeres del Palacio de Hacienda que tanto las metas de déficit de 1,9% sobre PBI y de emisión de 0,6% son innegociables; pero que el nivel de reservas pactado en u$s5.200 millones, tendrá en cuenta en 2023 el costo de la importación de energía en 2022. Y que si bien no se revisará el número final, si se podrá tomar como un cálculo final un dinero que el FMI entregue durante el año al país por el costo del precio del gas.

El tema ya había sido tratado en la cumbre del G20 de Bali de comienzos de noviembre de 2022, en la reunión que el presidente Alberto Fernández y el ministro Sergio Massa mantuvieron cara a cara con Kristalina Georgieva y Gita Gopinath. La directora gerenta y su número dos abrieron la discusión reconociendo que deberá haber algún tipo de recompensa por el costo extra que hubo para las cuentas nacionales (y de todo el mundo), por el encarecimiento del precio de los combustibles a partir de la guerra en Ucrania; pero pusieron como punto de partida cumplir en 2022 con el Facilidades Extendidas. Algo que la gente de Massa en Washington está garantizando en estos mismos días.