Así cambió nuestro cerebro por el uso del teléfono

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En las últimas décadas, la tecnología móvil experimentó un crecimiento exponencial, transformando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. El uso excesivo de los smartphones se convirtió en una parte integral de la vida moderna y llegó a afectar incluso a nuestro cerebro.

Según algunas estimaciones, a día de hoy existen más teléfonos que personas en el mundo. Actualmente, los celulares son una especie de extensión más en nuestro cuerpo y son un recurso que utilizamos para recordar cosas, aprender y socializar.

Internet y redes sociales: una influencia gigante en el funcionamiento de nuestro cerebro

Los especialistas en neurociencia llevan años analizando cómo el teléfono cambió nuestro cerebro. Un aspecto que suelen resaltar es la manera en que secuestra la atención de los adultos, niños y adolescentes. Un ejemplo claro y puntual, es cuando abrimos el buscador de Google para hacer una consulta rápida, y terminamos navegando horas y horas, sin darnos cuenta que pasó el tiempo. Esto llevó a una disminución en la capacidad de atención sostenida y a una mayor dificultad para concentrarse en tareas que requieren un pensamiento profundo y prolongado.

Las notificaciones y las recompensas instantáneas en forma de “me gusta” en redes sociales o mensajes de texto activan el sistema de recompensa del cerebro, lo que contribuye a un uso compulsivo del teléfono.

Adicción al teléfono

Adicción al teléfono

Freepik.

No hace falta recordar tantos datos porque están al alcance

La capacidad de retener y recordar información también sufrió cambios debido al uso excesivo del teléfono. La disponibilidad instantánea de información en línea llevó a una disminución de la necesidad de recordar datos y hechos. Como resultado, la memoria a corto plazo puede verse afectada, ya que el cerebro tiende a externalizar la información que normalmente se almacenaría internamente.

¿Adaptación o Deterioro?

Si bien el uso excesivo del teléfono inteligente mostró cambios notables en la estructura y el funcionamiento del cerebro, es importante destacar que estos cambios pueden ser tanto positivos como negativos. Por un lado, la adaptación a las nuevas tecnologías mejoró nuestra capacidad para procesar información visual. Por otro lado, debilitó la capacidad de atención, concentración y retención de información.

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Estrategias para luchar contra los efectos negativos del celular en el cerebro

1. Establecer límites de tiempo: Limitar el tiempo de pantalla diario puede ayudar a reducir la sobreexposición y promover un uso más equilibrado de la tecnología.

2. Practicar la atención plena: La meditación y la atención plena pueden ayudar a mejorar la concentración y la capacidad de atención, contrarrestando los efectos negativos del uso excesivo del teléfono.

3. Fomentar el uso consciente: Tomar decisiones conscientes sobre cuándo y cómo usar el teléfono puede ayudar a evitar el uso compulsivo y promover un uso más intencional.

4. Educar sobre los efectos negativos: Concienciar a la sociedad sobre los efectos negativos del uso excesivo del teléfono puede llevar a un uso más responsable de la tecnología.