El crimen de Fernando Báez Sosa: por qué fueron acusados de falso testimonio los amigos de los rugbiers y qué pena podrían recibir

0
197

Además de las condenas a prisión perpetua por homicidio doblemente agravado que recibieron Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Matías Benicelli y las penas de 15 años de cárceles dictadas por su rol de partícipes secundarios a Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores aceptó la apertura de una causa por falso testimonio contra Juan Pedro Guarino y Tomás Colazo, dos amigos de los condenados que estuvieron con ellos durante la mortal madrugada. Ese pedido había sido efectuado por la fiscalía durante los alegatos por el asesinato de Fernando Báez Sosa.

Los testigos, a diferencia de los imputados, tienen la obligación de decir la verdad frente al tribunal, por eso el fiscal Dávila aseguró que los acusados del asesinato de Báez Sosa mintieron y, sin embargo, no agregó una causa por ese hecho, algo que si hizo con Guarino y Colazo. La potencial pena en caso de ser encontrados culpables es de un mes a cuatro años de prisión.

De todas maneras, esos jóvenes podrían sustentar su defensa en el hecho que no están obligados a incriminarse en un delito, algo que podría ocurrir si reconocen que sabían de un plan criminal o que estaban al tanto de lo que pasó luego del ataque, cuando formaban parte del grupo.

Guarino había sido detenido junto con Blas Cinalli, de 21 años; Luciano Pertossi, de 21; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23, y Máximo Thomsen, de 23. Compartía la casa que habían alquilado los jóvenes de Zárate para pasar sus vacaciones en Villa Gesell.

Cuando Burlando lo consultó sobre qué vio, Guarino indicó: “A Máximo al lado de un chico tirado, me imaginé que se estaban peleando”. El testigo sostuvo que luego se retiró del lugar. “¿Por qué no lo podías creer”, preguntó Burlando. “Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones. Había hablado con mi mamá y mi novia que si volvía a pasar me iba a volver de las vacaciones. Nunca lo pude creer”, respondió Guarino.

En tanto, dijo no haber visto cómo le pegaron a Báez Sosa ni con quién discutió.

“¿Escuchaste algún comentario cuando llegaste a la casa?”, preguntó el abogado de los padres de Fernando. “No, estaba muy enojado. Me metí en la habitación, cargué el celular”, respondió Guarino. “¿Cuándo te enteras que habían asesinado a una persona?”, lo consultó Burlando. “A la tarde, cuando estábamos con los precintos. Lo dijo un policía”, reveló el joven que ahora es acusado por falso testimonio.

Colazo, en tanto, era menor cuando ocurrió el crimen el 18 de enero de 2020. No compartía el alojamiento con los otros jóvenes de Zárate, ya que él estaba en Villa Gesell con su familia, pero si acompañaba a los acusados en sus salidas nocturnas. Eso pasó también en la madrugada del homicidio. La querella siempre lo apuntó como un posible imputado N° 11, ya que los puestos 9 y 10 eran ocupados por los sobreseídos en la instrucción Guarino y Milanesi.

En el juicio contó su versión de los hechos ante el tribunal. La fiscalía estima que mintió.

“Voy a hacer referencia a testigos de la defensa, me voy a referir a Pedro Guarino y Tomás Colazo. Ellos mismo se ubicaron, cuando se les exhibieron los videos, parados detrás de un auto, pegados a la pared, mientras que a dos o tres metros de ellos se estaba produciendo el ataque”, dijo el fiscal Dávila.

Y agregó: “Inmutados quedaron, no se acordaron de nada de lo que pasó, por lo que no tengo dudas que estás personas por omisión mintieron, por lo que se va a solicitar que se inicie una causa por separado por falso testimonio”.

Fuente: La Nación