El ministro de Salud Pública, Luis Medina Ruiz, encabezó la actividad que se realizó en Plaza Urquiza, en el marco de la conmemoración del Día Nacional de Lucha contra la Obesidad. CEPTA y los diferentes programas del Siprosa se sumaron a la iniciativa con difusión y promoción de información útil, actividades físicas, lúdicas y charlas de alimentación saludable para la comunidad en general y alumnos de diferentes escuelas invitadas a la jornada.
Al respecto, el titular de la cartera sanitaria enfatizó que es de vital importancia visibilizar este problema de salud pública que genera inconvenientes graves en la población, desde niños a adolescentes, jóvenes y adultos mayores. La obesidad es una enfermedad que registra un alto porcentaje de incidencia, casi el 60 por ciento de la población tiene por lo menos sobrepeso y de ellos el 25 por ciento tienen obesidad.
“La obesidad, junto con el sedentarismo y las enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión arterial, se asocian con dificultades cardio y encéfalo-vasculares y si uno actúa sobre estos factores combatiéndolos, es mucho menos probable que las complicaciones aparezcan. Desde el gobierno de la provincia nos dan instrucciones precisas para que, a través del Ministerio de Salud Pública, tengamos este tipo de iniciativas activas y permanentes, hoy estamos visibilizando el sobrepeso y la obesidad, pero estamos siempre hablando de la importancia del control de enfermedades crónicas en general y ofreciendo clases de actividad física y chequeos con la iniciativa ‘Plazas Activas’ dos veces por semana”, detalló el ministro, a la vez que felicitó a los equipos que trabajan a diario en la materia, entusiasmados y comprometidos.
La directora a cargo del Centro Provincial de Trastornos Alimentarios CEPTA, Alejandra Caram, hizo hincapié en la importancia de que como sociedad hablemos de la temática de obesidad, para que podamos cambiar la perspectiva en relación con la misma: “Tenemos que dejar de ver a esta enfermedad como un problema individual y empezar a verla como lo que es, un problema colectivo, de todos. Se acercan muchas personas, dan sus testimonios, muestran sus cambios de vida y a su vez estos sirven para acercar a otros; hoy hemos tenido muchos niños que han venido a visitar nuestra carpa y ellos son los que más nos educan, porque en casa después les enseñan a sus padres, a la persona que cocina en sus hogares todo lo que han aprendido acá, son replicadores y los mejores promotores de salud que tenemos”.
La jefa del departamento de Enfermedades no Transmisibles, Cristina du Plessis, resaltó que en la jornada se unieron varios programas del PRIS que llevaron a cabo distintas actividades y que a su vez fueron convocadas también escuelas para participar con sus alumnos de las iniciativas: “La alimentación saludable y la actividad física son una estrategia para la prevención de la mayoría de las enfermedades crónicas y esta educación debe comenzar lo más tempranamente posible, desde esa mamá que está gestando, la primera infancia del bebé, en la niñez y la adolescencia. Hoy se realizaron actividades físicas teniendo al juego como hilo conector, porque en la infancia se juega y así se gastan calorías y aprendieron distintas estrategias de alimentación, sobre todo respecto a las colaciones saludables que pueden llevar los niños al colegio”
Mónica Monteagudo tiene 51 años y es parte del grupo de pacientes del CEPTA, donde está realizando un tratamiento y abordaje multidisciplinario contra la obesidad: “En algún momento de mi vida tuve obesidad mórbida y ahora gracias a la ayuda de los profesionales del CEPTA pude lograr bajar de peso, hace más de cinco años que estoy en tratamiento en el centro y hace dos y nueve meses que me hicieron la cirugía bariátrica, que es una herramienta del tratamiento. Hay que mantenerse, esto no es mágico, sino que uno tiene que tratar de estar mejor y cuidarse por sí mismo”.
Siguiendo con el relato de su experiencia, Mónica comentó que tiempo después de su intervención bariátrica recibió una cirugía reconstructiva de abdomen: “Ya he llegado a una etapa de mantenimiento, pero esto no implica que sea el fin del tratamiento, sino un nuevo comienzo, gracias a la ayuda de los profesionales en general y en especial de los psicólogos que me ayudan a lidiar con toda mi parte emocional, la voy llevando, es algo muy difícil, pero se puede y me gustaría que la gente que tenga este tipo de problemas se acerque, acepte su situación y trate de pedir ayuda, porque los profesionales están dispuestos a ayudarnos y acompañarnos en esta enfermedad tan compleja que es la obesidad”.
