La historia de los refranes: “Éramos pocos y parió la abuela”

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Otro refrán castellano cuyo origen se pierde en los cerros de Úbeda de Jaén, al norte de España, patrimonio cultural de la Humanidad. Cerros que son patrimonio popular de los argentinos merced a Vicente Saadi. Todo bien con los cerros pero no nos perdamos, ¿qué hacemos con la abuela? ¡Sigue pariendo!

Éramos pocos y parió la abuela

No se sabe muy bien cuál es el origen de este refrán. Que puedan encontrarse en internet más de diez guitarreos diferentes al respecto confirma que no se sabe muy bien de dónde viene... Sí, sí, es así.

Aunque sobre su significado no hay dudas: Éramos pocos y parió la abuela, alude a una circunstancia imprevista y problemática que se viene a sumar a una situación que ya venía complicada. Claro, ¿quién iba a pensar que la abuela tendría un hijo a su edad? Che, ¿y se sabe quién es el padre?… El tema es quién se va a hacer cargo del bebé, si la abuela apenas puede moverse, en fin, esta sí que no la esperábamos…

Cuenta la leyenda que hace un par de siglos, en el Monasterio de las Huelgas de Burgos, hubo un guía al que le gustaba contar que esta expresión provenía de una reina, Fulana de Tal, que de joven había tenido un montón de hijos y, ya de muy longeva, tuvo otro. Y si no lo crió, no fue porque estuviera físicamente impedida, sino porque las reinas generalmente mandan a criar a sus hijos con las amas de crianza…

¿Que lo improbable puede ocurrir? ¡Sí, puede ocurrir en cualquier momento! ¿Que siempre podemos estar peor de lo que estamos? ¡Sí, siempre!… Igual, este refrán expresa un uso humorístico de la lengua, no deja de ser jocoso.

En un principio era obviamente común que se empleara cuando hay demasiadas personas en un lugar y llegan más que no se esperaban… ¡y tantas no caben!… Pero el sentido de la frase se fue ampliando y hoy se usa cuando hay exceso de algo malo, lo que sea, y todavía aumenta en perjuicio de uno… Luego, los países latinoamericanos y sus variantes: en Venezuela y Uruguay, sale la abuela y entra a parir la burra para el refrán. En Cuba, la abuela tiene nombre: “Al fin, parió Catana”, dicen…

En Argentina, charlatanes como somos, podemos sintetizar sus seis palabras -“Éramos pocos y parió la abuela”-, en una sola, rotunda, dicha con la correspondiente interjección: ¡Uh Sonamos!…