Los simpatizantes de Atlético Tucumán mostraron su descontento y fueron reprimidos por la Policía

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La paciencia se acabó por completo en Atlético Tucumán. La aplastante derrota 3-0 del “decano” parece haber sido la gota que colmó el vaso en el sentir de los hinchas, que ni siquiera lograron ponerse de acuerdo al momento de manifestar su desagrado con la situación.

En un primer momento, el foco de las críticas fueron los jugadores. Pero mientras se retiraban del estadio, el enojo se tradujo en cánticos hacia la comisión directiva, pero la Policía se encargó de resolver la situación reprimiendo a los simpatizantes que se encontraban en las afueras del estadio.

Si bien el contexto futbolístico e institucional del club venía caldeado desde hacía varias semanas, en la previa del duelo había cierta ilusión entre los fanáticos “decano”.

“Técnico que debuta gana”, es una de las máximas en el mundo del fútbol y uno de los grandes motivos que tenían los simpatizantes de Atlético para ilusionarse de cara al duelo contra Banfield. Justamente por eso, los primeros minutos del partido se vivieron con tranquilidad; hubo aliento y optimismo. La noche de Atlético se podría dividir en dos grandes actos separados por un hecho desencadenante: el primer gol del “taladro”.

Es que claro, el primer tiempo del conjunto dirigido por Facundo Sava mostró varias señales positivas. Desde los nombres propios, el “11” inicial ya mostraba intenciones ofensivas, algo que se plasmó en la cancha durante esos primeros minutos. Atlético le agregó agresividad a la presión, intensidad y ganas, que se tradujeron en varias oportunidades de gol.

Hasta ahí, parecían todas mejorías respecto al último ciclo de la dupla conformada por Favio Orsi Sergio Gómez. El cambio de actitud estaba acompañado por un buen juego asociado de mitad de cancha hacia adelante e incluso el equipo gozó de varias ocasiones  para abrir el marcador. En lugar de lamentarse,  los hinchas brindaron su aliento a los jugadores y se encendieron ante cada llegada del “decano”.

Sin embargo, en el complemento se vivió algo totalmente diferente en el Monumental. Atlético salió dormido del vestuario, y se despertó con un baldazo de agua fría. El gol de Milton Giménez cambió por completo el panorama de la noche, que empezó a tornarse cada vez más negra con el pasar de los minutos.

Atlético no se levantó más de ese primer golpe. Cada pelota perdida y cada ocasión fallada ya no era bien recibida por los hinchas, quienes empezaron a buscar culpables de la situación fatídica del equipo. ¿Quiénes son los responsables de este presente de Atlético? Se preguntaban una y otra vez los simpatizantes del “decano”. Al no encontrar respuestas, hubo insultos y cánticos dedicados a todos los implicados. En ese sentido, no se salvaron ni los jugadores, ni la CD, ni el técnico recién llegado.

Entre la desesperación, la ansiedad, la bronca y el desconcierto, llegaron el segundo y tercer gol de Banfield. En ese momento, no hubo ni un plateísta que se haya quedado en su asiento. La energía que habían acumulado la ilusión del debut se reconvirtió en un enojo colectivo, que tornó al Monumental en un verdadero hervidero.

Ohhh, que se vayan todos…”, tronó al unísono con alguna que otra grosería de por medio. Finalizado el encuentro, el estadio volvió a estallar contra los jugadores, que se retiraron escoltados por la Policía.

La salida de los fanáticos en el último empate frente a Vélez ya había marcado un antecedente y se vislumbraba que anoche podía volver a ocurrir algún episodio similar. Ese sábado, en el playón de la entrada al acceso a las plateas, decenas de simpatizantes habían manifestado su desagrado con la situación del club, apuntando a Mario Leito, presidente de la institución, como máximo responsable. Ese día se armó un cordón policial dentro del estadio y varios hinchas denunciaron maltrato.

En ese sentido,  un resultado mucho más humillante que el de aquel momento agravó aún más la situación. Finalizado el duelo, los fanáticos se reunieron en la esquina de 25 de Mayo y Chile e hicieron notar su desagrado nuevamente. “El club es de los socios”, gritaron una y otra vez y cantaron contra la CD.

Ante este hecho, la Policía decidió armar un operativo y reprimió con golpes y balas de gomas a los hinchas que se encontraban en la zona. No se pudo observar intenciones de los fanáticos de avanzar sobre la Policía. En cuestión de minutos, los disparos dispersaron el área y las cuadras aledañas al estadio se vaciaron en medio de corridas.

El debut de Sava estuvo marcado por un clima hostil. El DT tendrá mucho trabajo para ganarse a una hinchada que no está dispuesta a recibir ni una humillación más.

Tras los incidentes, el único dirigente que se manifestó fue Gabriel Alperovich, a través de cuenta de X, pidiendo disculpas por la situación que les tocó vivir a los simpatizantes.