Organismos de Derechos Humanos de Tucumán hicieron público su descontento por la actitud del legislador de Fuerza Republicana, Gerardo Huesen, quien el lunes pasado prestó juramento como nuevo parlamentario. Al cumplir con el acto de rigor, juró ante la Biblia por su familia y “por la memoria del general (Antonio) Bussi”.
A través de un comunicado en redes sociales expresaron: “Exigimos un pronunciamiento de las autoridades de la Cámara Legislativa ante la postura antidemocrática de Gerardo Huesen, quien reivindicó a un ex militar, condenado por delitos de lesa humanidad, que además formó parte del golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional el 24 de marzo de 1976”.
Indicaron que “su conducta, además de constituir apología del delito, se encuentra reñida con los principios democráticos y el espíritu de múltiples Convenciones y Tratados internacionales de Derechos Humanos que forman parte de nuestro bloque constitucional federal (art. 75. Inc. 22) y provincial”.
“La Legislatura de Tucumán, en tanto poder del Estado, debe encuadrar la acción institucional del cuerpo a parámetros democráticos, pues sus miembros han adquirido esa cualidad, exclusivamente por el voto emitido por la ciudadanía. La democracia que tanto nos costó construir, tiene reglas que todo el mundo debe respetar, mucho más en un recinto legislativo. Es un contrasentido, que en ese espacio se reivindique el accionar de un militar golpista y genocida, sin que esto genere una adecuada reacción institucional”, finalizaron.
Recordemos que el 28 de agosto del 2008, el genocida Domingo Antonio Bussi fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de la última dictadura militar. Luego de la confirmación por parte de la Corte Suprema de Justicia de la condena, Bussi fue dado de baja del Ejército.
El represor falleció el 24 de noviembre de 2011, mientras cumplía con la reclusión perpetua en su domicilio.
