La Fiscalía especializada en Homicidios, a cargo de Adriana Giannoni, solicitó el requerimiento de elevación a juicio en la causa contra Sebastián Agustín Juárez, de 18 años, por los delitos de homicidio agravado y tentativa de homicidio agravado, por un hecho en que fue asesinado a tiros Claudio Gabriel Acevedo y resultó herido Mauro Joaquín Zelaya.

De acuerdo a la investigación, el 5 de noviembre de 2019, cerca de las 15, en inmediaciones de las calles San Miguel y Colombia, con dirección de Sur a Norte, circulaban en la motocicleta Honda Twister de color gris, Zelaya, quien conducía el vehículo y Acevedo, que iba de acompañante.

En esa circunstancia, se aproximó desde atrás otro vehículo tipo Honda Bizz de color negro, en la cual se movilizaba Juárez, con su hermano Nelson Ezequiel Juárez y su primo hermano Nahuel Zelaya. Comenzaron una persecución y efectuaron, todos ellos, una serie de disparos con armas de fuego tipo nueve milímetros aún no identificadas, en contra de la humanidad de los nombrados con claras intenciones de causarles la muerte.

A raíz de estos disparos, Zelaya y Acevedo perdieron el control del rodado y cayeron al piso. Zelaya recibió disparos en la pierna y se escondió detrás de un automóvil, mientras que Acevedo decidió salir corriendo con dirección al Norte, cuando uno de los integrantes de la banda le disparó, la víctima cayó al piso y fue ultimado con dos disparos. De inmediato fue trasladado al Centro de Salud y luego al Hospital Padilla, donde falleció.

Pelea

Zelaya, declaró en el Centro de Salud, contó que CAcevedo tenía problemas con Juárez y sus hijos, conocidos como “Los gatos negros”, domiciliados en inmediaciones del lugar donde ocurrieron los hechos.

Los hermanos Juárez son hijos de Nelson Juárez, quien se encuentra en el penal de Villa Urquiza detenido por un homicidio ocurrido en 2017, en donde resultó victima Walter Acevedo, hermano de Claudio Acevedo.

Los problemas entre ambas familias tendrían su origen desde hace mucho tiempo, presuntamente a partir de una disputa entre el padre de los Juárez y “Chichilo” Acevedo.

“Se pudo constatar sin lugar a dudas que Sebastián Juárez se encontraba en el lugar de los hechos, que él mismo disparó un arma de fuego y que las víctimas se encontraban totalmente desarmadas, superando en número y en armamento a la hora de realizar el cobarde ataque que terminará con la vida de Acevedo luego de recibir diez disparos en contra de su humanidad”, señaló la fiscal al solicitar la elevación a juicio de la causa.