Iran Human Rights dijo que los datos iniciales indicaban que las mujeres jóvenes estaban desproporcionadamente representadas entre las personas que habían sufrido este tipo de heridas
Las fuerzas de seguridad iraníes han estado apuntando sistemáticamente a los ojos de los manifestantes en su represión de las protestas que se han extendido por el país desde septiembre, dijo el viernes un grupo de derechos humanos.
Iran Human Rights, con sede en Noruega, dijo que los datos iniciales indicaban que las mujeres jóvenes estaban desproporcionadamente representadas entre las personas que habían sufrido este tipo de heridas.
A principios de esta semana, un periódico de Teherán preguntó a un alto comandante de policía si las fuerzas de seguridad habían estado apuntando a los ojos y otras áreas sensibles. Insistía en su buena conducta.
IHR dijo que los manifestantes habían recibido disparos en la cabeza y la cara, lo que provocó que “muchos, incluido un número significativo de mujeres jóvenes, quedaran ciegos”.
Dijo que este “acto inhumano e ilegal” había sido “llevado a cabo sistemáticamente para aplastar las protestas”.
IHR dijo que había documentado 22 casos de personas que quedaron ciegas de un ojo como resultado del fuego de las fuerzas de seguridad, nueve de ellas mujeres.
La persona herida más joven, Bonita Kiani Falavarjani, de solo seis años, de la ciudad de Isfahan, recibió un disparo y quedó ciega de un ojo mientras estaba de pie en el balcón de su abuelo, dijo.
En un caso de alto perfil, Kosar Khoshnoudikia, miembro del equipo nacional de tiro con arco de Irán, quedó ciego de un ojo después de una protesta en diciembre en la ciudad de Kermanshah.
“Aún no tenemos suficientes datos, pero tengo la impresión de que las niñas jóvenes están sobrerrepresentadas entre aquellos cuyos ojos son atacados”, dijo el director de IHR, Mahmood Amiry Moghaddam.
Cuando se le preguntó si las fuerzas de seguridad estaban apuntando a los ojos, el comandante de la policía especial, Hassan Karami, dijo al periódico Hamshahri que “no dañar a la población que protesta” era una prioridad para las fuerzas policiales.
“Tengo tanta fe en la capacidad de las unidades especiales de la policía que he dicho muchas veces que ofreceré una recompensa a cualquiera que pueda demostrar que alguien murió como resultado de un error de nuestro personal”, dijo.
Según IHR, las fuerzas de seguridad mataron al menos a 488 personas durante la represión de las protestas que estallaron en septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que había sido detenida por presuntamente violar el código de vestimenta femenino del país.
