Las imágenes son desoladoras en Brasil debido a los temporales en el sur, que -hasta ahora- dejaron 57 muertos, 67 desaparecidos y una devastación total. Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Uruguay y Argentina, resultó la región más afectada. Hay viviendas bajo el agua, vías completamente inundadas, personas sobre los techos a la espera de un rescate y otras más en albergues aferradas a la vida porque lo perdieron todo.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, explicó que “los números pueden cambiar sustancialmente”, a medida que los cuerpos de rescate tengan acceso a las localidades que permanecen aisladas.
Se informó que en total ya son 265 municipios afectados, más de la mitad de los que forman el Estado, incluida la capital regional, Porto Alegre, cuyo centro histórico quedó completamente inundado después de que el río Guaíba se desbordara, al alcanzar su nivel más alto en ocho décadas.
Recursos para atender la tragedia
Un día después de visitar la región afectada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, detalló que se trata de una de las mayores inundaciones de las que tenía conocimiento. Además aseguró que el Gobierno no iba a escatimar recursos para atender la tragedia.
Las Fuerzas Armadas han desplegado a 936 militares, así como nueve aeronaves, 98 barcos y 70 vehículos para ayudar en las labores de rescate, que se suman a los 2.000 efectivos de los cuerpos de rescate regionales.
Hasta hoy, las autoridades lograron rescatar unas 8.600 personas en operaciones “aéreas, marítimas y terrestres realizadas por las fuerzas de respuesta integradas”, según dijo el gobernador Leite.
Se esperan volúmenes de lluvia superiores a 60 milímetros para hoy, pudiendo llegar a un máximo de 100 milímetros en algunos puntos del valle del Uruguay. A eso se suma el riesgo de ruptura de cuatro represas, ubicadas en las ciudades de Cotiporã, Bento Gonçalves, Canela y São Martinho da Serra.
