El comisionado comunal de Medinas, Diego Figueroa, fue internado ayer de urgencia a raíz de un problema abdominal agudo que estuvo acompañado de un pico de hipertensión. El funcionario fue trasladado a un centro asistencial de Aguilares desde la base que la Policía Federal Argentina (PFA) tiene en esa ciudad. Ahí permanece detenido desde la semana pasada junto a otras cuatro personas. Está acusado de encabezar una banda delictiva que en diciembre secuestró con fines extorsivos a dos hijos del empresario Víctor Hugo Gambarte, en Alberdi. “El señor Figueroa acusó un fuerte dolor abdominal, al parecer producto de una inflamación intestinal. Al mismo tiempo registró un pico preocupante de hipertensión. Por esa razón fue llevado de urgencia a un centro asistencial privado de Aguilares”, informó la defensora del funcionaria, Paula Morales Soria.
“El paciente permanece medicado y bajo rigurosa observación de su cuadro patológico. Si no evoluciona en las próximas horas será sometido a una operación quirúrgica”, agregó la profesional. Figueroa estaría acusando el impacto de los momentos de estrés y angustia que viene padeciendo a causa del proceso legal que enfrenta. Con él permanecen detenidos Julio “El Colo” Figueroa, Leonel y Daniel Eduardo Hernández y Ariel Alberto Medina. Este último es el único que declaró hasta ahora ante la Justicia, negando la acusación. A los acusados además se les trabó embargo por $ 3 millones para garantizar que queden ligados al proceso y que afronten la reparación económica en caso de ser condenados.
La causa está en manos del juez subrogante del Juzgado Federal I, José Manuel Díaz Vélez. La investigación la llevó adelante el fiscal federal Agustín Chit. Es este el que le atribuyó a Figueroa ser líder de una banda delictiva que habría procedido a secuestrar con fines extorsivos a dos hijos del comerciante. Morales Soria adelantó que en los próximos días se presentarían a declarar al menos cinco personas que acreditarían haber sido víctimas de estafa por parte de Gambarte. Las maniobras las habría perpetrado ofreciendo bolsas de azúcar, cobrando por estas, pero sin nunca entregarlas. Precisamente Figueroa aduce que también fue víctima de Gambarte luego de que se contactara con “Colo” Figueroa (no es su pariente) que actuó como intermediario de la operación. “Julio Figueroa le exigía al delegado comunal el porcentaje de la comisión por la compra de azúcar. Pero este lo derivó a Gambarte para que le cobrara porque no le había entregado la mercadería. De ahí en más mi defendido desconoce los procedimientos que utilizaron para el cobro de la deuda”, apuntó la defensora. Morales Soria intentará acreditar que Gambarte no solo está acostumbrado a estafar con azúcar, sino también amenazar a las víctimas con denunciarlas ante la justicia por intento de secuestro.
