La Iglesia Católica repudió al presidente Bolsonaro

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El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva acusó al actual mandatario Jair Bolsonaro de liderar un movimiento de “intolerancia religiosa” en su contra y de utilizar al Estado para su reelección en el balotaje del 30 de octubre, y comparó al frente opositor que respalda su candidatura con el movimiento democrático que surgió después de la dictadura militar (1964-1985).

Bolsonaro participó en un barco de la Marina de las procesiones del Cirio de Nazaret, la mayor festividad católica de América Latina en Belén, estado amazónico de Pará, un hecho que fue repudiado por la Iglesia católica, que pidió no aprovechar el evento, que reúne a 2,5 millones de personas, con fines electorales. Miles de personas abuchearon al mandatario en Belén, donde gobierna la izquierda. La Iglesia católica aclaró que “no hubo ninguna invitación a autoridades” para evitar el uso político de la festividad.

Lula dijo que fue invitado a participar de la peregrinación por el gobernador de Pará, Helder Barbalho, pero que desistió para “no mezclar religión con política”.

Lula, en tanto, recorrió Campinas, interior de San Pablo, para intentar la hercúlea tarea de convertir a Fernando Haddad en el primer gobernador del Partido de los Trabajadores (PT) en el Estado más rico y poblado del país, quien participará del balotaje contra el ex ministro de Infraestructura bolsonarista Tarsício Freitas, el favorito y vencedor de la primera vuelta por 42% a 35%. El interior de San Pablo es la región más díscola históricamente al PT, sobre todo en las ciudades de Campinas, Ribeirao Preto, Sao José do Rio Preto, Sao José dos Campos y Sorocaba.

“Una semana después de la primera vuelta, está usando la máquina pública para su reelección. Es el primer presidente desde 1889 que gasta tanto dinero destinado al Estado para su reelección personal”, sostuvo Lula. El ex mandatario defendió que el PT incluyera en su campaña electoral para el balotaje un video del canal de YouTube de Bolsonaro de 2016, en el cual durante una entrevista con el diario The New York Times confiesa que quiso comer carne humana de un indígena que había fallecido, en el marco de una incursión que había realizado a la selva amazónica.

“No es fake news, es algo que es verdad, no es que nosotros decimos eso, el propio Bolsonaro se lo cuenta al Times en un video”, argumentó Lula al ser consultado sobre los golpes bajos en la campaña, en la cual fue acusado de “satanismo” por el bolsonarismo el martes y el miércoles en las redes.

“Yo realmente estoy tranquilo para ganar las elecciones, mi adversario está pataleando”, afirmó el ex sindicalista, que realizó una caminata por el centro de Campinas, importante centro industrial, tecnológico y universitario del interior de San Pablo, una región con los mejores índices de desarrollo humano de Brasil.