Protestas de mujeres en Irán

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Irán vivió este sábado una nueva jornada de protestas marcada por enfrentamientos callejeros y trabajadores en huelga, casi cuatro semanas después de que la muerte de una joven bajo custodia de la policía de la moral, desatara una ola de movilizaciones y una sangrienta represión en la república islámica. Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años, murió el pasado 16 de septiembre tras haber sido detenida en la capital por esta fuerza policial por incumplir el estricto código de vestimenta que obliga a las mujeres a cubrirse la cabeza y el pecho con un velo. Su muerte provocó una enorme ola de manifestaciones en todo el país, las más importantes desde las de 2019 contra el aumento del precio de la gasolina, en las que decenas de personas, principalmente manifestantes, pero también policías, murieron y centenares fueron arrestados.

Si bien las autoridades iraníes afirmaron ayer que el deceso de Amini no fue causado por “golpes”, sino por las secuelas de una enfermedad, su familia insiste en que gozaba de buena salud. Los iraníes, entre ellos estudiantes y alumnas de colegios, volvieron a salir a la calle este sábado, pese a que el presidente, el ultraconservador Ebrahim Raisi, afirmó ante estudiantes de la universidad de Al-Zahra en Teherán, la capital, que no servirían a los intereses del “enemigo”. Hubo protestas en varios barrios capitalinos, así como en Isfahán, Karaj, Shiraz y Tabriz, entre otras ciudades. Según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo, al menos 92 manifestantes han sido asesinados desde el inicio de la represión. En Saqqez, situada en la región occidental del Kurdistán y de donde era originaria Amini, un grupo de alumnas se manifestó agitando sus velos encima de sus cabezas, según videos grabados este sábado, informó la ONG de derechos humanos Hengaw, con sede en Noruega. Las manifestantes coreaban “Mujer, vida, libertad”, lema de las protestas. En otro video ampliamente compartido en Twitter, un hombre parece haber sido asesinado mientras estaba sentado frente al volante de su coche en Sanandaj, la capital de la provincia kurda, donde se escucharon disparos. Según el jefe policial de la provincia, Ali Azadi, había sido asesinado “por fuerzas antirrevolucionarias”.